
Hech 11, 19-26
Este pasaje de nuevo nos muestra cómo una situación que en sí misma es triste y dolorosa como es el martirio de Esteban, se convierte, por la gracia de Dios, en fuente de bendición para muchos.
Gracias a la persecución que se desata en Jerusalén contra los discípulos de Jesús por parte de las autoridades judías, es como el Evangelio sale de la ciudad para llegar a la que en ese tiempo sería la tercera ciudad romana en importancia.
Y es que Dios se vale de todos los acontecimientos de nuestras vida, incluso de los que podríamos considerar desagradables (casi podríamos decir que principalmente de éstos) para que el mensaje del evangelio llegue a aquellos que no lo conocen o no lo aman. De nosotros solo espera docilidad a su Espíritu y que confiando plenamente en su amor hablemos a los demás del Evangelio.
Deja que Dios convierta todo acontecimiento en tu vida en una oportunidad para que Él sea más conocido y más amado.
Jn 10, 22-30
Él nos lo dice: Yo soy el Cristo. Pero muchas veces no lo escuchamos. Él nos habla siempre con hechos más que con palabras. ¿Cuántos milagros se han realizado a lo largo de los siglos en la Iglesia y cuán poca confianza a veces tenemos? Es Cristo quien nos está hablando a través de todas estas obras.
Nos habla sobre todo en el silencio, en un atardecer en el mar, en la brisa cargada de fragancias de los campos, en el canto de los pajaritos… son las palabras de Dios que utiliza para comunicarnos su amor. Dios no nos habla en la fuerza de la tormenta, ni en el huracán, nos habla en el susurro de la brisa.
Además el Señor es nuestro Pastor, con Él nada temeremos, porque nos protege bajo su mano. Él se olvida de sí mismo para darnos su amor, como un verdadero Pastor sufre frío, calor, cansancio, sed, hambre… por amor.
Nosotros somos las ovejas de Cristo, fuimos entregados a Él por el mismo Padre celestial. Tanto es el amor de Dios que en todo momento se recuerda de nosotros. Nunca seremos arrebatados de la mano del Padre. Él nos protege y nos cuida entre sus manos.
Él y el Padre son uno. Uno que significa unidad, reflejo e imagen de la unidad que tenemos que vivir entre nosotros. Los hijos con los padres, los padres entre sí, los hermanos, los amigos, los que no conozco, los enemigos. Es el ejemplo de Cristo el que debemos imitar.