EL ROSTRO HUMANO DE INTERNET

LA SOLEDAD EN INTERNET

Se ha escrito mucho, y se ha debatido mucho más, sobre la soledad en Internet, sobre lo que el exceso de uso de la Red puede comportar de aislamiento de la familia y los amigos, y de distancia respecto a los seres queridos. Un informe que publicó la Universidad de Stanford http://www.stanford.edu./group/siqss/Press_Release/press_release.html (en inglés) revela que los internautas son cada vez más solitarios.

El 60% de los usuarios habituales de Internet, de entre una población de 4.000 entrevistados, afirman haber reducido el tiempo dedicado a la televisión y leer menos el periódico. De entre ellos, el estudio centra su atención en el 36% de los que contestaron que usaban la Red más de cinco horas a la semana. Un 13% de este grupo dijo que pasaba menos tiempo con la familia y con las amistades por estar conectado a la Red, mientras que un 25% dijo que trabajaba más en casa sin que por ello disminuyera el trabajo en la oficina.

Cuando usted emplea el tiempo en Internet no oye ninguna voz humana, y jamás recibe un abrazo.

La paradoja de Internet es que, al igual que el teléfono, podría llegar a propiciar relaciones sociales en un mundo en el que la gente vive cada vez más aislada. Pero no nos precipitemos: Internet tiene sus propias formas de contacto social.

Otro estudio realizado en 1998 por la Universidad de Carnegie Mellon revela que los usuarios que pasan más horas a la semana conectados son más propensos a la soledad y la depresión. Si se partiera de la premisa de que las horas de conexión a la Red están en detrimento de las horas de relación con los demás, de los espacios y tiempos para cultivar la amistad, podría estarse de acuerdo con los resultados de un estudio realizado en Chicago por el Centro Médico Rush-Presbyterian-St. Luke, efectuado entre 2.800 personas mayores de 65 años, y según el cual las personas con buenos amigos usualmente padecen menos estrés y tienen vidas más largas.

Si bien para muchos la conexión a Internet disminuye el tiempo de relación con la familia y con los amigos no virtuales, para otros la conexión a Internet es la única posibilidad de entablar relación con amigos aunque sean virtuales. En todo caso, podría llegar a ser cierta tal afirmación si quien se conecta a la Red lo hace en detrimento de sus relaciones sociales y familiares reales. Tampoco se puede perder de vista que los chats o bien las comunicaciones por correo electrónico son también formas de establecer relaciones de amistad, sobre todo para las personas que no cuentan con ellas.

La clave podría estar en considerar que la amistad también requiere un esfuerzo, no viene sola, hay que buscarla; como no se mantiene por sí misma, es necesario cultivarla, cuidarla, mimarla, y ello requiere tiempo y espacio –ya sea real o virtual–; tiempo y espacio para que la amistad sea una prioridad, y para que desde la adultez cada uno sepa cómo cubrir sus soledades no deseadas.