Hoy es un día muy especial para experimentar el amor. Hoy celebramos el Sagrado Corazón de Jesús.
La lectura del profeta Oseas nos pone en ese camino de amor gratuito presentándonos a Dios como un Papá que con mimos y caricias ayuda a dar los primeros pasos a Israel. Nos presenta una comparación que más vale la pena vivirla que describirla: «yo los llevaba en brazos, cuidaba de ellos y los atraía hacia Mí con lazos de cariño, con cadenas de amor. Yo fui para ellos como un padre que estrecha a su criatura y se inclina hacia ella para darle de comer»
Repasemos cada una de estas palabras dichas con tanto amor para nosotros que a veces nos encontramos desilusionados, confundidos y nos sentimos solos.
Por un momento hagamos una pausa en nuestra vida y experimentemos este amor incondicional: Dios te ama, te ama gratuitamente, te ama sin condiciones. ¿Eres capaz de sentir su amor?
San Pablo busca la manera de sumergirnos en ese amor y nos dice: «así cimentados y arraigados en el amor podremos comprender la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano, para que quedéis vosotros colmados con la plenitud misma de Dios»
El amor de Dios nos circunda por todas partes, seamos capaces de descubrir ese gran amor, dejémonos acariciar por Dios.
Todo este amor se hace rostro amoroso, se hace caricia concreta, se hace ojos amables y manos que levantan, en Jesús.
Y San Juan nos presenta a Jesús amando hasta el extremo, dando la vida hasta el último suspiro. Lo da todo por amor.
En su simbología nos hace recordar la lanza que hace brotar sangre y agua del corazón que tanto ha amado a los hombres.
Contemplemos a Jesús dando la vida por nosotros, amándonos a más no poder, haciéndonos sus amigos, compadeciéndose de nosotros.
Día del Sagrado Corazón de Jesús, día para experimentar este extraordinario amor.