Jn 16,16-20
Con su peculiar estilo de comunicarnos su mensaje, san Juan nos pone en un ambiente de despedida, en medio de repeticiones y palabras confusas, nos muestra el ánimo que va prevaleciendo en el corazón de los discípulos.
Después de haber prometido la presencia del Espíritu y de hablar de la gran misión que cumplirá Jesús en medio de sus discípulos, Jesús busca ponerlos en guardia y darles un poco de consuelo. Es cierto que se alejara un poco, pero después volverá no solamente en las ocasionales apariciones como resucitadas sino con una presencia viva en el corazón de los creyentes.
Cuando contemplamos a los discípulos que han recibido al Espíritu Santo y les ha permitido que su dinamismo los lleve por el camino de la misión, no encontramos a discípulos nostálgicos o apagados, sino sintiendo en su corazón una presencia muy rica y positiva de Jesús resucitado.
Es cierto que ya no lo están viendo, pero experimentan esa presencia que superan no solo la tristeza y el dolor de la ausencia, sino también todos los problemas y estorbos que van dificultando el camino de la Palabra. Así han pasado de percibir a Jesús solo por los sentidos y lo han experimentado en su corazón.
Nuestra relación con Jesús y nuestra experiencia de fe abarca nuestro ser completo. Podemos mirar y sentir a Jesús a través de sus palabras, de sus imágenes y sus milagros. Pero también experimentamos su presencia en medio de nosotros de otra forma: en nuestro interior, como regalo del Espíritu Santo.
La alegría, el gozo y la felicidad que muestran los apóstoles, a pesar de que Jesús ha marchado, sólo se explica con una presencia diferente de Jesús en medio de ellos.
Que también hoy, nosotros, experimentemos esa misma alegría y ese mismo dinamismo que da la presencia de Jesús. Hay muchas formas en las que hoy se hace presente Jesús en medio de nosotros, solamente tenemos que estar atentos y responder con generosidad a esa presencia.
Que hoy nos dejemos invadir de la presencia de Jesús y que la podamos transmitir con entusiasmo, con dinamismo y con alegría.