Lunes de la III semana de Cuaresma

Lc 4, 24-30

La historia se repite, quizás, la diferencia sea que hoy la manera en que se rechaza al profeta es diferente.

Hoy ya no se les busca para matarlos… simplemente se les ignora. Pensemos en cuántas veces hemos escuchado a Jesús en la Misa, en un retiro, en una conversación, etc., y cuántas veces hemos hecho caso de sus palabras.

¿Cuántas veces nos ha mandado diferentes profetas en la persona de nuestros padres, maestros, amigos, sacerdotes buscando un cambio en nuestra vida, buscando nuestra conversión y nosotros simplemente hemos dejado que la palabra o el consejo entre por un oído y salga por otro?

Ciertamente nosotros no hemos despeñado a Jesús desde la barranca, pero ¿cuántos de nosotros lo tenemos silenciado dentro de un cajón o lleno de polvo en un librero?

La Cuaresma nos invita a abrir no solo nuestro corazón sino toda nuestra vida al mensaje de los profetas… al mensaje de Cristo, a su evangelio y a su amor. No desaprovechemos esta oportunidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *