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Ecles 17, 1-13
El autor del libro del Eclesiástico nos ha presentado hoy el pensamiento sobre el hombre. Lo constitutivo de su ser es su relación con Dios. Es Dios el que causa la grandeza del hombre con sus dones. Y el autor va enumerándolos en orden de importancia.
El hombre (Adán) tiene su origen en Dios. Formado de la tierra (adanah), volverá a ella. Recordemos que estamos en una etapa intermedia de la Revelación y que todavía no se habla de vida eterna.
El hombre aparece en el centro y en la cumbre de la obra creadora de Dios; en el hombre, Dios delega su poder providente que lo responsabiliza ante toda la naturaleza.
El autor menciona los dones de Dios, sobre todo las características humanas diciendo que: “les concedió la mente para que pudieran razonar”; la ciencia y la sabiduría, el discernimiento moral o la totalidad del saber, la capacidad de reconocimiento y agradecimiento, la alianza amorosa como don supremo de Dios. Por esto exige una respuesta fiel a todos esos dones.
Mc 10, 13-16
Cuando veo a Juan Pablo II rodeado de niños, besándoles y bendiciéndoles me imagino a Jesús en la escena que hoy nos presenta San Mateo en su Evangelio.
Los niños tienen una manera especial de captar lo religioso. Incluso nos sorprende ver con qué fervor rezan o se detienen ante una imagen de la Virgen.
Es porque tienen un espíritu sencillo.
Es responsabilidad de los padres el cultivar los aspectos religiosos en los niños, igual que se les enseña a hablar o a leer. Captan muy bien lo que hacen los mayores, y si les ven rezando, yendo a Misa o explicándoles algún detalle de nuestra fe, lo asimilan con gran facilidad. Hay que aprovecharlo y no esperar a que sean adultos, porque el racionalismo propio de esa edad les impedirá acercarse a la fe.
Es fundamental la labor de los padres. Son ellos los primeros educadores. No pueden dejar esa función al colegio, ni siquiera a la catequesis de la parroquia, porque la familia es la primera escuela de la fe. ¿Cómo entenderá el amor de Dios si no ve amor en su casa? ¿O cómo será su relación con Dios Padre si su propio papá le da miedo o nunca está en casa? Jesús también quiere que los niños lo conozcan, y hay tantas maneras de hacerlo…