Lc 6, 6-11
En nuestro mundo moderno, en donde las «agendas» van guiando el rumbo y el orden de nuestro día, se puede caer también en la tentación de programar la caridad.
Jesús en este pasaje es criticado por sanar a un hombre en el día de reposo.
¿Cuántas veces nosotros, en nuestras mismas familias, en nuestro trato con los hijos, con el esposo o la esposa, o con los padres, ponemos también esta excusa, para no servir, para no hacer la caridad?
Es triste que esto suceda y que muchas veces la caridad tome el lugar de «cuando haya tiempo», que el servicio a nuestros hermanos tenga que tomar también su turno, máxime cuando se refiere a una situación de apremio como puede ser la salud.
Es triste que la esposa o los hijos tengan que «tener cita» para ser atendidos y escuchados.
No dejes que tu agenda gobierne tu vida, sé tú, como Jesús, dueño de tu tiempo, especialmente en tu relación con tus seres queridos.