Lunes de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario

Lc 7, 1-10

En este pasaje de Jesús, podemos ver la conjugación de dos elementos que son fundamentales en la vida espiritual: la fe y la intercesión.

Quisiera destacar hoy la importancia de los amigos en la vida espiritual. Ya en el pasaje del paralítico que fue llevado en camilla por unos amigos, podemos ver lo importante que es tener buenos amigos en nuestra vida de fe, pues muchas veces, como en estos dos casos, ellos son el medio para que Dios se manifieste con poder en nuestra vida o en la vida de nuestros seres queridos.

Un buen amigo siempre estará dispuesto a orar por ti, a interceder por tus necesidades, es más, a orar contigo. Un buen amigo sabrá presentar, tus necesidades al Señor como si fueras tú mismo, pues te ama y tus problemas son sus problemas.

Por ello dice el libro de la sabiduría que «quien encuentra un amigo encuentra un tesoro».

Valora a tus amigos y busca acrecentar su número… ellos pueden ser el instrumento para que la bendición de Dios llegue a tu vida y a la de tu familia.