
Mt 24, 42-51
Todo lo de Jesús, todas sus palabras, las hemos de contemplar desde nuestra situación ante él. En este evangelio nos pide “estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”. Nosotros los cristianos, sus seguidores, sabemos muchas cosas de Jesús, sabemos que por amor ha venido hasta nosotros, sabemos que gastó y desgastó su vida en predicarnos su buena noticia, el evangelio donde nos indica el camino que hemos de seguir para encontrar vida y vida en abundancia que tanto deseamos, sabemos que fue capaz de dejarse clavar en una cruz antes de que nos quedásemos sin su buena noticia, sabemos que sigue con nosotros de manera real y misteriosa, y sabemos, como nos indica el evangelio de hoy, que vendrá un día a cada uno de nosotros para que podamos gozar de su presencia amorosa sin velos al invitarnos al banquete de su amor para siempre…
Desde esta nuestra situación ante él, desde el profundo amor que le tenemos, con gozo, sin ningún temor esperamos y deseamos su venida definitiva a nosotros y así gozar de él y de su amor para siempre.