Feria Privilegiada 19 de Diciembre

Jueces 13, 2-7.24-25a.

Dios es desconcertante en muchas de sus actuaciones. Como las que se nos ofrecen en las lecturas de hoy.

El Señor hace que una mujer estéril dé a luz un hijo que ha de ser quien levante el ánimo a un pueblo que está dominado por el temor a otro pueblo más fuerte. Nos está indicando que Dios no necesita de nuestras fuerzas para llevar a cabo sus planes de liberación.

Dios utiliza lo humilde, lo poco valioso, lo que nosotros llamaríamos «inservible», para llevar a cabo su plan de salvación. El pueblo de Dios es infiel a la alianza con el Señor y, por ello, van a quedar a merced de un pueblo técnica y militarmente muy poderoso: los filisteos.

Pero ante la conversión del pueblo, Dios suscita de modo sorprendente, a quien había de ser su libertador: Sansón.

El señor saca vida de la esterilidad y da fuerza a la debilidad. Pero todo ello conduce a la liberación del pueblo de Dios.

San Lucas 1, 5-25

En esta semana las lecturas nos muestran el camino que sigue el Señor en todos sus proyectos.

Dos pasajes nos presentan dos mujeres estériles, ancianas y débiles: la madre de Sansón y la madre de Juan el Bautista.  Nadie esperaría que se convirtieran en madres de dos hombres que han marcado la historia.  Dios interviene en la historia a favor de su pueblo y manifiesta su poder y su misericordia por caminos insospechados, los débiles y despreciados se convierten en sus instrumentos favoritos.

Siguiendo los sueños de Isaías que hablaba de la fertilidad que tendría el desierto y del reverdecer del tronco seco, ahora las madres escogidas por el Señor, se convierten milagrosamente en senos fértiles que dan a luz en medio de la necesidad del pueblo.

Juan fue elegido por Dios para ir delante de Jesús a preparar su camino, y lo indicó al pueblo de Israel como el Mesías, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Juan se consagró completamente a Dios y a su enviado, Jesús. Pero al final, ¿qué sucedió?, murió por causa de la verdad, cuando denunció el adulterio del rey Herodes y de Herodías.

¡Cuántas personas pagan a caro precio el compromiso por la verdad! ¡Cuántos hombres rectos prefieren ir contracorriente, con tal de no renegar la voz de la conciencia, la voz de la verdad! Personas rectas que no tienen miedo de ir contracorriente, y nosotros no debemos tener miedo.

Dios nos dice que no tengamos miedo de ir contracorriente. Cuando te quieren robar la esperanza, cuando te proponen estos valores que son valores descompuestos, valores como la comida descompuesta, cuando un alimento está mal nos hace mal.

Estos valores nos hacen mal por eso debemos ir contracorriente. Y los cristianos somos los primeros que debemos ir contracorriente. Y tener esta dignidad de ir precisamente contracorriente.

¡Adelante, seamos valientes y vayamos contracorriente! Y estemos orgullosos de hacerlo.

Se acerca la Fiesta del Nacimiento de Jesús, no dejemos pasar la oportunidad de crecer en la fe. No permitamos que nuestro activismo, propio de este tiempo, nos prive de la oportunidad para reflexionar y orar.

16 Visitas totales
14 Visitantes únicos