Jn 16, 16-20
Es cierto que a veces Jesús se dirigía a sus apósteles con frases enigmáticas que no entendían: “Dentro de un poco, ya no me veréis; dentro de otro poco, me veréis. Porque voy al Padre”. Son palabras dichas por Jesús antes de su muerte y su resurrección que aclaran su sentido. Por eso nosotros, los cristianos del siglo XXI, que escuchamos sus palabras después de estos especiales acontecimientos, estamos en mejores condiciones de entender lo que Jesús quería decir con esas palabras. Durante un cierto tiempo, “dentro de poco”, del viernes santo al domingo de resurrección, sus apóstoles no iban a poder gozar de la presencia de Jesús, y la tristeza se iba a apoderar de ellos: “vosotros estaréis tristes”. Pero a partir de su resurrección, “dentro de otro poco”, le iban a volver a ver y la alegría iba a inundar su corazón, “vuestra tristeza se convertirá en alegría”…
Desde nuestra situación, desde que Cristo salió a nuestro encuentro y nos pidió que le siguiéramos, nunca ha dejado de acompañarnos. Gozamos de su presencia las 24 horas del día. “No os dejaré huérfanos… estaré siempre con vosotros hasta la consumación de los siglos”. Lo nuestro es vivir todos nuestros acontecimientos desde nuestra unión y amistad con Jesús… por eso, la alegría siempre no acompañará.