
Hech 25, 13-21
Pablo ha pedido ver al «César», es decir ha pedido ver al máximo gobernante para exponerle la fe en Cristo, como se lo pidió el mismo Señor.
Que importante es que nuestros gobernantes, no solo conozcan a Jesús, sino que busquen vivir de acuerdo a su evangelio. Recientemente se estuvo promoviendo en México la posibilidad de despenalizar el aborto, cosa que en un país cuyo censo revela que el 96 % de la población es «cristiana» no debería haber existido ni siquiera como iniciativa de ley. Si esto ocurre es porque muchos de los gobernantes (no solo en México sino en la mayoría de los países) no han sido profundamente evangelizados.
Ciertamente no es fácil llegar a esas cúpulas, pero es deber de nosotros procurar los medios (aunque sea con nuestra oración diaria), para que el Evangelio toque sus corazones y así evitar todas las injusticias y desordenes morales que vienen por la falta de conversión de muchos de aquellos que dirigen nuestra sociedad. Hagamos público el Evangelio, busquemos los medios para que todos, sobre todo los que están en nuestra esfera social, conozcan y amen a Jesús.
Jn 21, 15-19
¿Me amas más que estos? ¿Cuántas veces tendría que preguntárnoslo el Señor, si con cada pregunta quisiera purificarnos de cada una de nuestras faltas y traiciones? Dios nos ha amado a cada uno de nosotros con un amor exclusivo; es verdad que ha dado su vida por todos nosotros; pero esto no podemos aceptarlo de un modo generalizado sino personal. Pues en verdad que a nadie más en la historia amará como te ama a ti con amor exclusivo y personal. El mundo no podrá tener la oportunidad en ningún otro momento de la historia de contemplar otra persona como tú.
La iglesia no tendrá otra persona que algún día cumpla con la misión que a ti se te confió. Tú eres único e irrepetible en la historia, con tus cualidades, con tu vocación y con la misión que Dios te ha confiado.
¡Así te ha amado Dios! Si tú lo amas ese amor a Él no puede manifestarse sino en el amor a tu prójimo, velando por él como el pastor vela por sus ovejas. Es verdad que somos frágiles; y que muchas veces nuestro amor a Dios ha sido como el rocío y como nube mañanera.
A pesar de todo eso Dios nos sigue llamando para que colaboremos con Él en la construcción del Reino de Dios entre nosotros. ¿Por qué no decirle, Señor, tú lo sabes todo; pero a pesar de todo tú bien sabes que te amo? Y ojalá y nuestro amor no se nos quede en una vana palabrería, o en promesas de pocos días.