Lunes Santo

Is 42, 1-7

En estas celebraciones de la Semana Santa, en la inmediatez del Triduo sacro, las fiestas centrales de nuestra Iglesia, vamos a ir contemplando la imagen del siervo de Yahvé.  Hoy hemos escuchado el primer canto.

El siervo de Yahvé es un misterioso personaje, su figura anuncia a Cristo.  Hoy se nos presenta su «sistema de trabajo».  No es el Mesías rey, sino el Mesías pobre.  Obrará con firmeza que no puede ser doblegada, con una energía que lo impulsa a cumplir plenamente la tarea encomendada.  Esa energía es el mismo Espíritu de Dios.  Su fin es proclamar y hacer brillar la justicia, establecer el derecho, abrir los ojos a los ciegos, liberar a los cautivos.  Pero su método es de mansedumbre, de sencillez y de interioridad.  Estimula, alienta, da oportunidad, no rompe la caña ni apaga la mecha.

¿Nos damos cuenta de que hemos sido llamados a colaborar con Jesús en su misma obra, con sus mismos métodos?

Jn 12, 1-11

Juan nos hace mirar las actividades de Jesús en la primera semana y en la última de su misión: «al día siguiente», «tres días después».  Y así hoy vamos a recorrer esa semana final.  «Seis días antes de la Pascua», decía la lectura evangélica.

La escena contrasta las actitudes diametralmente opuestas de la generosidad amorosa de María y la generosidad misericordiosa de Cristo, por una parte, y la aparente generosidad de Judas: «¿por qué no se ha vendido ese perfume… para dárselo a los pobres?, por la otra.  La hipócrita preocupación de Judas por los pobres y la frase del Señor: «a los pobres los tendrán siempre con ustedes», no nos dispensan de ningún modo de una auténtica preocupación y una auténtica acción por los pobres, por todos los tipos de pobres.

La nota cronológica de Juan y la alusión del Señor a la finalidad de la unción de María, nos sitúa totalmente en un contexto pascual.

Juan, como otras veces, pone una pequeña pincelada que da un sentido especial a toda la escena: «la casa se llenó con la fragancia del perfume».

Que toda nuestra semana se impregne del sentido pascual de nuestras máximas celebraciones.